Editorial
martes, setiembre 12, 2006
Año 1/Número 03
ser UNIVERSITARIO
En marzo o abril los estudiantes que ya llevan ciclos encima vuelven a las aulas con la expectativa centrada en los nuevos cursos y nuevos profesores; los denominados “cachimbos” inician una nueva etapa en sus vidas con la emoción que muchos hemos sentido y con la curiosidad a flor de piel. Pero, ¿cuán consciente está el recorrido estudiante y el ingresante del papel que debe jugar como universitario y representante social? Mejor dicho, ¿sabemos qué es ser universitario?
Desde la etapa de preparación, se debe ir tratando de responder esta pregunta. Ello conllevaría a que el estudiante interiorice el deber y la responsabilidad que le incumbirá en los años de carrera y más allá. Sin embargo, muchos se dan cuenta que son universitarios luego de desaprobar unos cursos; comprenden que no han ido a calentar la carpeta o al menos ya no lo tienen que hacer. Tal vez ni se dan cuenta de sus derechos; mas cuando se ven amenazados individualmente, cuando notan que algo no les conviene y daña sus beneficios, vociferan junto al colectivo, se cubren en él pensando sólo en sí mismos. Esto se da mucho en nuestro país, diverso en toda índole, lo cual no permite que la Universidad avance desde su estructura básica, el alumno.
Para luchar contra esta problema primario, tenemos que ser conscientes de algo importante. Cinco años se van rápido, debemos preguntarnos a nosotros mismos qué queremos cambiar, hay que tomar en cuenta que ser universitario no es estudiar por estudiar para aprobar. No nos debemos permitir pasar cinco años por las aulas como simples “asistentes a clases”, sino tener la convicción de querer hacer algo más que decir “presente” durante todo ese tiempo.
Primero, ir a producir intelectualmente más que a simplemente estudiar. Tarea importante, fácil de cumplir si tenemos clara nuestra vocación. Claro, como joven soy conciente que esta labor demanda muchas cosas, el punto es saber organizarse. Digo esto para saber darle tiempo a todo, a la fiestita en el local de la esquina y a la reunión de grupo para elaborar un proyecto importante.
Segundo, tener una clara visión de responsabilidad moral, compañerismo y respeto. Valores básicos en la interacción diaria. Seguramente, al leer esto, muchos dirán que el Perú esta muerto en valores; sí, ése es el subterfugio. Pero si seguimos repitiendo esa frase hasta el cansancio, no saldremos del estigma que nos aqueja y nos seguiríamos conformando con el orden de las cosas dejando la posta a los demás sin haber corrido ni un metro. Y esto es preocupante en un joven universitario.
En tercer y último lugar, la participación es vital. Hay diversas maneras, por ejemplo eligiendo con responsabilidad a los representantes estudiantiles y apoyándolos en la medida de lo posible. Si un candidato no colma tus expectativas, pues considera el voto en blanco como un voto responsable, yo lo considero así. Luego denunciando cualquier acto que nos perjudique o atente contra los derechos estudiantiles, no solo pensando en nosotros mismos. Ello sin miedo, sin pensar que no tenemos voz ni voto.
Si añadimos los puntos tratados a la conciencia de compromiso social y a la responsabilidad de ser los próximos encargados del destino del país, podemos considerarnos dignos de ser llamados universitarios. Estoy seguro que pueden haber muchas formas más para representar el deber del universitario. Si aquello se toma en cuenta, será mucho más justo reclamar por nuestros derechos.
Tenemos más que un código de matrícula, tenemos en el pecho la marca con la que tenemos que representar con orgullo y calidad a nuestra Alma Máter. Estar en la Universidad no es una cosa de locos, es cuestión de haber qué queremos, de donde venimos y a dónde vamos.
EL DIRECTOR
AD PORTAS de finalizar el año académico, nuestra escuela se ve sumergida en dos acontecimientos que decidirán el rumbo que tomaremos alumnos y profesores. Se acerca la elección de los alumnos que encabezarán el Centro de Estudiantes de Comunicación Social (CECOS) para el próximo año. Por otro lado, se ha presentado la propuesta del nuevo plan curricular, que de ser aceptada regirá a partir del próximo año. La pregunta es: ¿Cuán conciente ha estado y está el alumno del papel que le corresponde en esta coyuntura?
El CECOS nos representa, está bien; pero somos todos los que debemos participar en los cambios que necesita nuestra vieja Escuela de Comunicación Social. Debemos tomar conciencia de las limitaciones que tenemos, organizarnos y luego buscar vías para que podamos ir superando las barreras que nos impidan desarrollarnos profesionalmente. Hoy el campo laboral exige mejores profesionales, la competencia es dura. No basta con emitir el voto y elegir una lista, esa no es la solución; tampoco esperemos que la lista elegida y las autoridades de la escuela y de la facultad tomen el primer paso. Nosotros como estudiantes y futuros profesionales seremos los más favorecidos con los cambios, o los más perjudicados por ellos. He ahí la importancia de nuestra participación, concientes de la problemática y llanos a forjar los primeros cambios.
Un nuevo plan de estudios está rondando por la escuela. Algunos cursos serán suprimidos y otros se integrarán al anterior plan. El 20 de Octubre se vencía el plazo para presentar el nuevo proyecto; pero se esperó hasta la penúltima semana de noviembre para hacerlo. Las reuniones entre los profesores no se daban por falta de quórum o si se daban, no participaban todos. Dos profesores dieron un paso al costado cansados de las indecisiones, hasta que finalmente la comisión encargada llegó a un acuerdo y se presentó la propuesta al Consejo de Facultad. Todo ello sin la participación activa del alumnado. Cabe preguntar por qué no se llevaron a cabo las jornadas curriculares en todo este tiempo y por qué el estudiante no se preocupó por conocer las diversas propuestas. Eran y son muy pocos los interesados en una decisión que nos afectará de manera directa, algo lamentable y condenable. Comprendemos que el tiempo apremiaba; sin embargo no es posible que se presente una propuesta simplemente por hacerlo y ya. Las cosas deben hacerse bien y con la participación de todos.
Sin Sangría no puede ser indiferente ante esta situación. Si bien esta publicación es dirigida a un público más abierto, como estudiantes de comunicación social nos interesa el destino de nuestra escuela y el nuestro. Por ello, desde esta esquina instamos a los lectores que pertenezcan a esta escuela a interesarse por ella y por sí mismos.
HOY ES EL DÍA, Sin Sangría ha visto a la luz. Han pasado cuarenta y nueve días desde la plena concepción de este proyecto; no fueron nueve meses, pero somos nueve padres jóvenes con una gran responsabilidad ante el público lector.
Escribir Sin Sangría es escribir en paz y libertad, es dejar de lado la formalidad que a veces se vuelve en una pantalla común de supuesta perfección, es ser uno mismo.
Nuestra publicación va dirigida a todo aquel que ansíe una lectura dinámica y fresca, no buscamos la monotonía ni el aburrimiento. Consideramos que es importante dar conocer, con un estilo propio, nuestras inquietudes y la de muchos jóvenes mediante la puesta en escena de nuestra capacidad creativa y espíritu crítico; así, incentivar a más jóvenes de nuestra Facultad para que apuesten por ellos mismos y sus creaciones, y desde ya vayan poniendo en práctica lo aprendido en las aulas y en la variada lectura.
Sabemos que de alguna u otra manera representamos a nuestra querida Escuela de Comunicación Social; sin embargo, Sin Sangría será una ventana abierta para todas las inquietudes de los compañeros de otras escuelas. Ello nos hace pensar cada vez más en la gran responsabilidad que tenemos ante todos ustedes.
Como se mencionó anteriormente, el dinamismo, la frescura, la libertad y el compromiso serán nuestras insignias durante todo el tiempo que estemos presentes, esperamos sea bastante. Todas estas características están manifiestas en el grupo humano con el que contamos. Pues los jóvenes que conformamos Sin Sangría contamos con los requisitos para demostrar que podemos sacar adelante a nuestra escuela y a nuestra facultad, que podemos salir adelante nosotros mismos, siempre con la sabia guía y acertados consejos de nuestros amigos y profesores.
A partir de hoy una nueva etapa se inicia en nuestras vidas. Prometemos seguir con el legado de nuestros antecesores “El Paria”, “Carta Blanca” y otras publicaciones que demuestran el espíritu sanmarquino, un espíritu que estuvo, está y estará presente siempre con la calidad de sus alumnos y profesores.
SIN SANGRÍA es una publicación bimensual dirigida a todo aquel que busque un estilo distinto.
Dirección:Sin SangríaRené ZUBIETA PACCO
Edición:René ZubietaAndrés Ricardo FLORES ESCUDERO
Diagramación: Mijail SÁNCHEZ LAGOS.
Diseño Web: Marcial SOTO- SÁNCHEZ.
Fotografía: Conny CAMPOS SALAZAR, Jackie REYES INFANTE.
Relaciones Públicas:Andrés FloresJohn GUERRA.
Redacción: Ivonne Chavely CHIROQUE QUIROZ, Lisell Victoria SALCEDO LANDEO, Conny Cindy CAMPOS SALAZAR, Jackie REYES INFANTE, John GUERRA, Marcial SOTO- SÁNCHEZ, Mijail SÁNCHEZ LAGOS, René ZUBIETA PACCO.
Colaboración especial: Jorge "Sansón" CERDA
Copyrigth © 2006. Sin Sangría. Está terminantemente prohibido que esta publicación no sea comentada, difundida y criticada. Salud!
Esta publicación se terminó de imprimir en Editorial Martín “Cachorrito”.
posted by .:: El Editor ::. @ 1:26 a. m.,
1 Comments:
-
At 6:21 p. m.,
said...
-
Saludo el propósito de Sin Sangría de difundir materiales que conjuguen frescura, dinamismo con creatividad - de la buena- y sobre todo Libertad.
Alas y buen viento!!
Sonia Luz Carrillo
Créditos
Dirección
. He writes about , design, and visual culture under the pseudonym Robot Johnny
Edición
. While her illustration clients have included The New York Public Library, Scholastic and Cambridge University Press, it’s her blog Loobylu.com that brings her the most joy and which has attracted the most attention with rave reviews in the Wall Street Journal, WIRED Magazine and The Guardian.
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